Hola, soy Nikimi-space y esto más que nada es una experiencia que tuve en mi colegio. Estaba en un pequeño intermedio mientras esperaba a la maestra, como estaba aburrida me dispuse a dibujar cosas random y entre ellos a mi avatar. Después de un tiempo llegó mi maestra junto con su hijo de unos 3, 4 o 5 añitos que se puso a jugar en todo el salón, la secuencia fue rápida, por lo que no me dio tanto tiempo para guardar mis cosas y ni el cuadernillo donde tenía mis dibujos, menos cuando comenzó a dictar, así que lo dejé todo a un lado de mi carpeta junto a mi avatar, debido a la concentración que debía tener para no atrasarme, no me dí cuenta que al estar en plena vista mi dibujo, había llamado la atención del pequeño, hasta que al levantar la vista lo vi frente mío y su mirada hacia el dibujo, como no podía seguir prestándole tanta atención porque el dictado seguía, solo podía escuchar que me lo que decía: "Está bonito ¿lo hiciste tú?"
Moví mi cabeza en señal de "sí", por un momento pensé que ahí quedaría todo, hasta que nuevamente el pequeño me habla: "pero le falta color"
Pero eso no fue lo que prendió la alarma de mi cabeza, sino que oí ese sonido único que tienen los lápices cuando chocan entre sí. El chiquitín había comenzado a buscar colores en mi cartuchera, mientras me preguntaba si tenía colores, también me dijo que todo estaba desordenado, (TTrLo se rió cuando le dije esta parte.) sacó todo lo que tenía ahí y apenas encontró los colores melón y marrón. Sin embargo, no había encontrado todos los colores que quería: ¿no tienes rojo?
De repente hubo un silencio y el pequeño se alejó de mi sitio: espera, ya vengo.
Por un momento intenté llamar a la profesora, pero como se le veía muy apresurada con terminar bien la clase, no me llegó hacer caso, no duró mucho para escuchar al niño preguntando a otras chicas si tenían color rojo, mis ojos se pusieron como platos y no evité a voltear para ver como metía sus manitos en las cartucheras de mis compañeras en busca del preciado lápiz rojo. Sin embargo, no llegó a encontrar el lápiz, pero encontró algo mejor, un plumón rojo. (TTrLo se rió aún más en esta parte.)
Luego vi como se dirigía nuevamente hacia mi sitio. Aún no podía salir del asombro, más cuando lo vi agarrar la hoja con mi avatar y comenzó a pintarlo. Yo gritaba de pánico por dentro, pero no hice nada, solo seguí escribiendo mientras el niñito seguía pintando y por último el coloreado rojo para el vestido. Una vez terminado, la profesora se dio cuenta y lo cargó para llevárselo, pero ya había logrado terminar de pintar con un pequeño "¡listo!", con un sonrisita muy satisfecha por su trabajo me entregó su resultado y se alejó en brazos de su mamá.
Tuve que ordenar todo lo que había sacado y vi lo que había hecho, se le vio tan feliz por haberme ayudado en colorear mi dibujo, una colaboración que jamás había esperado, sin duda fue lo más tierno de su parte.
Moví mi cabeza en señal de "sí", por un momento pensé que ahí quedaría todo, hasta que nuevamente el pequeño me habla: "pero le falta color"
Pero eso no fue lo que prendió la alarma de mi cabeza, sino que oí ese sonido único que tienen los lápices cuando chocan entre sí. El chiquitín había comenzado a buscar colores en mi cartuchera, mientras me preguntaba si tenía colores, también me dijo que todo estaba desordenado, (TTrLo se rió cuando le dije esta parte.) sacó todo lo que tenía ahí y apenas encontró los colores melón y marrón. Sin embargo, no había encontrado todos los colores que quería: ¿no tienes rojo?
De repente hubo un silencio y el pequeño se alejó de mi sitio: espera, ya vengo.
Por un momento intenté llamar a la profesora, pero como se le veía muy apresurada con terminar bien la clase, no me llegó hacer caso, no duró mucho para escuchar al niño preguntando a otras chicas si tenían color rojo, mis ojos se pusieron como platos y no evité a voltear para ver como metía sus manitos en las cartucheras de mis compañeras en busca del preciado lápiz rojo. Sin embargo, no llegó a encontrar el lápiz, pero encontró algo mejor, un plumón rojo. (TTrLo se rió aún más en esta parte.)
Luego vi como se dirigía nuevamente hacia mi sitio. Aún no podía salir del asombro, más cuando lo vi agarrar la hoja con mi avatar y comenzó a pintarlo. Yo gritaba de pánico por dentro, pero no hice nada, solo seguí escribiendo mientras el niñito seguía pintando y por último el coloreado rojo para el vestido. Una vez terminado, la profesora se dio cuenta y lo cargó para llevárselo, pero ya había logrado terminar de pintar con un pequeño "¡listo!", con un sonrisita muy satisfecha por su trabajo me entregó su resultado y se alejó en brazos de su mamá.
Tuve que ordenar todo lo que había sacado y vi lo que había hecho, se le vio tan feliz por haberme ayudado en colorear mi dibujo, una colaboración que jamás había esperado, sin duda fue lo más tierno de su parte.
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